El Club Inmobiliario Esade Alumni, en colaboración con la Cátedra de LiderazgoS y Sostenibilidad de Esade, organizó una nueva sesión ESG sobre gobierno ambiental, social y corporativo, titulada “Los Objetivos de Desarrollo Sostenible y su implementación en las empresas inmobiliarias: la Agenda 2030 y los acuerdos de descarbonización de París en el marco de las Naciones Unidas” para analizar distintas perspectivas de sostenibilidad y la contribución del sector inmobiliario a la Agenda 2030.
Tras la bienvenida de Carmina Ganyet (VV ‘03), presidenta del Club Inmobiliario Esade Alumni, durante la que destacó el relevante impacto del sector inmobiliario en el cambio climático y la necesidad de actuar por parte de la industria con responsabilidad; Àngel Castiñeira (ADE ‘95), director académico de la Cátedra de LiderazgoS y profesor titular del Departamento de Sociedad, Política y Sostenibilidad de Esade, expuso su ponencia “Perspectivas de sostenibilidad y la contribución del sector privado a la Agenda 2030”.
Castiñeira, que introdujo los ESG como la prosa porque van orientados a los inversores y los Objetivos de Desarrollo Sostenible como la poesía porque ofrecen una visión más holística, destacó el análisis de la “materialidad” así como la medición del impacto bajo una perspectiva financiera. Castiñeira avisó de que no se debe confundir el ESG con la descarbonización puesto que también existe la parte Social y de Gobernanza. Destacó la relevancia de la Triple "P" (Planet, People and Prosperity) como nueva filosofía y recordó que, como empresa, puedes orientarte al ESG o a los ODS puesto que están interrelacionados y confluyen entre ellos. Como gran reto, subrayó la necesidad de una transición verde justa y rápida. “Hay empresas que ya están haciendo ese cambio, aunque parece que solo un 15% de los ODS están en camino de lograrse, lo cual sería una muy mala noticia”, dijo el profesor.
El sector inmobiliario, por su lado, destaca en paridad de género, en comités de sostenibilidad y en menciones a los ODS en sus memorias anuales. Sin embargo, el sector puede mejorar el Due Diligence, el compromiso con los Science-Based Targets, la economía circular y las alianzas empresariales.
El sector inmobiliario, por su lado, destaca en paridad de género, en comités de sostenibilidad y en menciones a los ODS en sus memorias anuales.
Seguidamente, Álvaro Conde, director de Gobierno, Riesgo y Cumplimiento, Auditoría Interna y Sostenibilidad de Neinor Homes explicó que los criterios ESG deben estar alineados con la estrategia de la empresa: “el ESG empieza por hacer las cosas bien, desde cuidar a los empleados a entregar correctamente las viviendas”. Para Conde hay 3 prioridades en una estrategia ESG: los inversores, las administraciones y los clientes. También destacó que los ratings son importantes pero relativos ya que todavía no hay un marco estándar, lo que conlleva elevadas variabilidades al evaluar y pesar distintos factores.
Carlos Khromer, director de Desarrollo Corporativo de Colonial, destacó durante su exposición que el ESG está implementado en toda la estrategia y los objetivos de Colonial, hasta contar con un plan CAPEX de descarbonización por activo. La gobernanza y contar con un comité de ESG son básicos para mejorar nuestro performance. Ello, y el hecho de llevar años con su implementación, les ha permitido estar entre las 5 empresas a nivel mundial que trabajan para cumplir con la Agenda 2050. Asimismo, en sus inversiones y reposicionamientos, Colonial evalúa la capacidad de reducir la huella de carbono del ciclo de vida de un edificio como criterio clave de inversión.
“Para gestionar la huella de carbono, primero hay que medirla”, destacó Khromer. Y añadió que “la sostenibilidad es una oportunidad de negocio, de rentabilidad, y no es un tema menor”. Así, el ESG aplicado a edificios es un impacto masivo que ya permite alquilar antes. No obstante, todavía no cuenta con una ventaja competitiva en el coste de la deuda, concluyendo que cuenta con una correlación directa con el mercado de activos, pero no de deuda.
Finalmente, Margarita Valcarce, directora comercial territorial para Catalunya del Banco Sabadell habló de cómo acompañar desde una entidad financiera a los clientes en temas de sostenibilidad. “El sector inmobiliario es prioritario para la sostenibilidad porque el parque de viviendas en España está compuesto por edificios antiguos, poco eficientes energéticamente. Debemos avanzar en la colaboración con administraciones para ayudas a la rehabilitación”, comentó.
El sector financiero es fundamental en las finanzas sostenibles. A partir del 1 de enero de 2023, las empresas no financieras deben reportar la proporción de la facturación derivada de productos y servicios alineados con la Taxonomía, así como la proporción del CAPEX y del OPEX relacionada con los activos y procesos que se asocien a actividades alineadas con la Taxonomía.
“La sostenibilidad aplicada a la empresa es un catalizador de negocio. En la financiación con aplicación a sostenibilidad, la inversión es elegible según la Taxonomía UE, y en el caso de la financiación vinculada a sostenibilidad, esta se vincula a unos indicadores de sostenibilidad pactados entre banco y cliente”, añadió. Finalmente, Margarita sugirió que los activos y/o empresas sostenibles son más financiables y ello repercute con un impacto en el coste de la deuda.
Àngel Castiñeira cerró el acto refiriéndose a un pensamiento del filósofo Antonio Gramsci cuando indicó que “el viejo mundo no termina de morir y el nuevo no termina de nacer y en el medio estamos nosotros”. Castiñeira se mostró satisfecho porque “hemos visto empresas que han apostado por acelerar el mundo nuevo. La sostenibilidad es una oportunidad para el sector. Ahora debemos preguntarnos dónde estamos como empresa y qué deberes nos llevamos para realizar en el corto y medio plazo”.
