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CRÓNICA
El pasado miércoles 3 de mayo, tuvo lugar una sesión organizada por el Club Finanzas ESADE Alumni, titulada «Los primeros cien días de Trump. Economía, geopolítica y liderazgo», en la cual se expusieron los aspectos más destacados de los primeros cien días de la Administración Trump.
F. Xavier Mena, profesor del Departamento de Economía, Finanzas y Contabilidad de ESADE; David Murillo, profesor asociado del Departamento de Ciencias Sociales de ESADE, y Àngel Castiñeira, profesor titular del Departamento de Ciencias Sociales, hicieron un análisis exhaustivo de diversos aspectos de la política comercial, económica y monetaria de Trump, así como de las dificultades a las cuales ha tenido que hacer frente y de los rasgos más destacables de su personalidad como líder de la principal potencia económica de Occidente.
Han transcurrido ya tres meses desde la elección de Trump como presidente de los Estados Unidos y el nuevo gobierno ha tenido que aplicar unas políticas acordes con sus objetivos a corto y largo plazo. Sin embargo, muchas de sus metas se han visto frustradas, debido a las estrategias de otros países y al check & balance de cualquier sistema democrático, es decir, la relación entre los poderes ejecutivo, legislativo y judicial. «Del dicho al hecho hay un trecho y Trump ha tenido que renunciar a algunos de sus objetivos; de hecho, ha visto frustrados la mayoría de ellos, debido a la dificultad objetiva de cumplirlos», comentó el profesor Mena.
«En sus primeros días de gobierno, Trump manifestaba claramente la intención de dar sentido a su programa a través de tuits y apariciones en televisión, señaló el profesor Murillo. El programa electoral del actual presidente de los Estados Unidos se puede sintetizar en cinco claves: defensa, antiinmigración, proteccionismo, nacionalismo y antiestablisment.
En primer lugar, propugna una política de defensa y, por tanto, pretende aumentar sustancialmente los gastos en esta partida. Efectivamente, el país encabeza la lista mundial en materia de defensa y el gasto militar se ha incrementado en 54 millones de dólares.
En segundo lugar, defiende una política proteccionista desde el punto de vista migratorio; por ello, ha pretendido adoptar medidas tales como la construcción de un muro en la frontera con México, aunque finalmente el check & balance ha conseguido frenar estas medidas, con la negativa del Congreso.
La política orientada a impedir la entrada al país de personas extranjeras ha repercutido muy directamente en varios sectores y será difícil llevarla a cabo. Como explicó el profesor Mena, «algunas convenciones internacionales que estaban previstas para el futuro se están anulando por miedo a no poder regresar a los Estados Unidos. Incluso en la NBA algunos jugadores de Sudán no saben si podrán volver al país».
El tercer punto a analizar es la potente política proteccionista con respecto al comercio. Donald Trump ha lanzado el lema ''Buy American, Hire American'', con la pretensión de demoler o remodelar diferentes acuerdos que tiene suscritos con aquellos países con los cuales tiene relaciones comerciales. Algunos de estos acuerdos son el NAFTA, el TTP y el TTIP. Sin embargo, el presidente no ha logrado aplicar como imaginaba la política proteccionista que pretendía ejecutar. Por ejemplo, su balanza comercial con México es deficitaria, debido principalmente a la importación estadounidense de automóviles, y es por ello que Donald Trump propone imponer aranceles a esta partida. Sin embargo, el 27 % de la exportación norteamericana de maíz va destinada a México, de modo que este país podría adoptar la misma medida proteccionista que Trump. Ello perjudicaría a un amplio sector de trabajadores indocumentados, concretamente entre el 50 y el 70 % de las personas que trabajan en la agricultura, que deberían buscarse otro empleo. En consecuencia, el presidente deberá considerar más detenidamente si esta medida es efectivamente beneficiosa.
Las dos últimas claves de su programa son el nacionalismo y la política antiestablishment. Estos elementos se ven reflejados en la mayoría de sus políticas y están muy relacionados con su rechazo a la inmigración y con la amenaza de retirarse de ciertas instituciones y organismos medioambientales e internacionales –como, por ejemplo, las Naciones Unidas–, que los abocaría a una crisis financiera.
Las primeras valoraciones sobre su política coinciden en señalar las contradicciones del presidente. Un gran número de ciudadanos están muy decepcionados con Donald Trump, que en estos primeros cien días ha visto cómo descendía mucho su índice de credibilidad interna y externa. Además, su gestión ha sido objeto de una desaprobación neta, con un 53 % de rechazo ciudadano, según un informe de The Washington Post. Este estudio concluía que solo se han cumplido seis de las promesas del presidente, dos de ellas relacionadas con el comercio.
El papel de las redes sociales
Durante la sesión, Murillo advirtió: «Trump no es una broma de cuatro días; las redes sociales nos hacen vivir en una burbuja y nuestro cerebro ya ha adoptado las pautas que siguen estos medios, en que existe un fuerte componente propagandístico.» De hecho, la sociedad estadounidense está muy polarizada y estamos entrando en la perspectiva del apoyo incondicional a los medios afines a nuestra propia ideología.
Las noticias falsas son una realidad cada vez más presente entre los jóvenes, que se mantienen informados principalmente gracias a internet. En efecto, el 40 % de los jóvenes se informan exclusivamente a través de Facebook o siguiendo los canales de su propia ideología política, y obvian todo el abanico de opiniones divergentes.
Ello provoca una gran desconfianza en los medios de comunicación ajenos a su ideología. Además, el presidente ha sabido hacerse un hueco en la opinión pública, dirigiéndose directamente a ella. Según Murillo, «el presidente se salta el filtro de los medios y se dirige directamente a los ciudadanos».
Otra de las características de la situación estadounidense actual es la crisis de la ideología neoliberal. Está viviendo un período de transición económica en que se están registrando movimientos antiglobalización y se están planteando unas coordenadas económicas que aún desconocemos. Ante esta crisis sistémica, David Murillo plantea tres únicas soluciones posibles: la revolución, la creación de realidades socioeconómicas alternativas o la toma de poder que genere hegemonía cultural.
Narcisista, inestable y agresivo: así es Donald Trump
Diversos análisis psicológicos han definido los principales rasgos que conforman la personalidad del presidente. El poder ha dejado entrever sus puntos más débiles, puesto que, según Àngel Castiñeira, «el poder no corrompe, sino que revela lo que uno es».
Durante su intervención, Castiñeira mencionó las características que ha observado en Donald Trump: es directo, intimidador, intrépido, intransigente, dominante y enérgico; no rechaza ningún tipo de confrontación interna ni externa, y explota el populismo, puesto que conecta su discurso con la emocionalidad ambiental.
Todos estos rasgos lo convierten en un líder carismático, con un gran dominio de la situación, por lo cual resulta preocupante. Se trata de una persona que responde a las particularidades de un narcisista; es inestable e impulsivo, con rasgos esquizofrénicos y bipolares, y una gran agresividad, y es incoherente.
Los socios pueden venir acompañados de un invitado.
Al finalizar la sesión se ofrecerá una copa de cava a los asistentes.
Para más información:
clubfinanzas@alumni.esade.edu
