Esade Alumni Social clausura el año con una mesa redonda sobre la medición de impacto en organizaciones sociales y empresas

El acto de clausura de la XIX edición de las iniciativas de impacto de Esade Alumni Social reunió a la comunidad para celebrar el compromiso con la transformación social y, de manera crucial, abordar el creciente imperativo de la medición del impacto. Bajo el lema "Lo que no se mide, no cuenta", la jornada puso el foco en cómo organizaciones sociales y empresas están evaluando su huella real y, al hacerlo, transformando su modo de operar.
El evento, que también sirvió para reconocer la labor de los voluntarios, se erigió como una plataforma para el intercambio de experiencias sobre la fiabilidad de los datos y el proceso de medición y las dificultades a nivel interno, destacando que el impacto es algo que se produce por la acción y debe medirse sistemáticamente tanto en ONGs como empresas.
La medición del impacto como pilar del cambio

Oriol Bota i Arqué (Lic&MBA 88), gerente del Ateneu Barcelonès y moderador de la mesa redonda, abrió la jornada con una declaración: "Los buenos gestores han de poner el foco en hacer bien su gestión; por ello, si existe e impacta hay que medir. Esade siempre se ha destacado en el método del caso y por esto vamos a analizar 4 casos de empresas, asociaciones, fundaciones y proyectos, porque la medición aplica a todos". Su intervención sentó las bases para un debate profundo sobre cómo la medición es una pieza clave para la sostenibilidad y la transparencia. Herramientas como el SROI (Social Return on Investment), el valor social integrado y la teoría del cambio fueron citadas como esenciales en este proceso.
La mesa redonda contó con la participación de profesionales que compartieron sus experiencias concretas, los aprendizajes que emergen en estos procesos tanto para el tercer sector como para el mundo empresarial y cómo estos conocimientos están moldeando su evolución.
María Elena Martín, directora de Comunicación y Medición de Impacto de MicroBank, subrayó la integración estratégica del impacto: "El impacto forma parte de la estrategia del banco y, si no medimos el impacto, no sabemos si cumplimos con nuestro propósito", y destacó la importancia de la credibilidad interna y externa afirmando: "Ganar credibilidad por parte de otras áreas de la organización es importante". Con 600 encuestas anuales para los proyectos de emprendedores, MicroBank genera confianza a través del análisis de datos. La directora celebró que "hay realidades superadas. Por suerte, ya no se valora solamente la parte económica de un proyecto, sino también la parte de impacto social", concluyendo con una visión optimista: "Falta regulación y hay intrusismo, pero miro el futuro con ilusión, no me imagino sin medir lo que hago".
Por su parte, Jordi Antolín (DGONG 10), responsable de Alianzas Estratégicas en Obra Social Sant Joan de Déu y referente del Proyecto Magic Line, enfatizó la importancia de controlar el proceso de medición para conocer la opinión de los grupos de interés. "Liderar el proyecto permite controlar el proceso de medición, conocer la opinión de los grupos de interés y dar conocimiento a todas las entidades y personas que dan su apoyo al proyecto. Tanto es lo que se hace como el cómo se hace". Antolín también abordó las barreras presentes señalando que "hay barreras para la medición, como la económica y la cultural. Porque se quiere más invertir en la propia intervención que no en la medición". Sin embargo, se mostró esperanzado en el futuro: "Los más jóvenes tienen una mayor concienciación social y ambiental y serán más exigentes para medir el impacto. La medición va haciendo mella".
Alicia Palmero (BBA 18), consultora de Impacto en The Overview Effect y voluntaria para la Fundación Dream Nepal, ilustró cómo la medición facilita el diálogo con el mundo corporativo. "Queríamos plantarnos frente a un inversor hablándole el mismo lenguaje del 'business' y nos ayudó a contar la narrativa con números y datos". Palmero reconoció la diferencia de lenguajes entre sectores: "El lenguaje es diferente entre el mundo corporativo y el tercer sector, que es mucho más prudente cuando calcula el SROI". Y defendió la medición como una herramienta esencial para la toma de decisiones: "Es importante la medición para reinvertir los recursos y tomar decisiones informadas sabiendo dónde se está teniendo más relevancia. Me gustaría que la medición e impacto fuera la herramienta principal para la generación de negocio en todas las organizaciones".
Finalmente, Josep Mª Caselles (MBA 93), director general de INVENIES, Knowledge & Social Innovation, y consultor en el proceso de medición de impacto de Esade Alumni Social, destacó el valor social intrínseco de las organizaciones. "Se trata de conocer el valor social de una organización para saber cómo aportamos este valor y mostrarlo a los 'stakeholders', por ejemplo". Caselles afirmó que la verdadera "ventaja competitiva es el relato de cómo aportamos valor al entorno" y reflexionó sobre la evolución de la percepción de valor: "Hemos aprendido a trabajar con la cuenta de resultados, y el resultado económico es el valor residual que le llega al accionista. Lo que estamos viendo aquí es un valor mayor", concluyendo que "cada vez tenemos más ejemplos de instituciones que quieren tener impacto social e irá a más porque no es incompatible el impacto social con el impacto económico".

La jornada no solo fue un espacio de reflexión, sino también de celebración de los resultados tangibles de Esade Alumni Social. La teoría del cambio aplicada a sus programas muestra un aumento significativo en la concienciación social y ambiental de los voluntarios solidarios, pasando del 57% al 83%. Además, un 35% de las entidades participantes aprecian una mayor aproximación con el mundo empresarial con el objetivo de establecer alianzas. Un dato especialmente revelador es la rentabilidad social del proyecto de Consultoría Solidaria y Hackathon, que asciende a 2,97 euros por cada euro invertido, un resultado prometedor y en crecimiento respecto al año 2020 (primera vez que Esade Alumni Social realizó la medición de impacto).
Las voces de la transformación
Tras un año de dedicación y compromiso, los participantes de Esade Alumni Social compartieron sus vivencias, ofreciendo una perspectiva personal sobre el impacto que la consultoría solidaria ha tenido no solo en las organizaciones a las que han apoyado, sino también en su propio desarrollo profesional y personal.
Clara Fundaró, estudiante del Bachelor in Global Governance, Economics & Legal Order ('26) y voluntaria en el proyecto con Calala Fondo de Mujeres
"Este año he tenido la oportunidad de participar en uno de los proyectos de consultoría solidaria organizado por Esade Alumni, y quería compartir mi experiencia desde el punto de vista de una estudiante. Ha sido muy enriquecedor para mí, permitiéndome aprender muchísimo tanto a nivel profesional como personal. Fui asignada al proyecto de Calala Fondo de Mujeres, una ONG dedicada a la lucha por el desarrollo y el empoderamiento de la mujer. Allí, trabajé con un grupo de alumni y desarrollamos juntos un plan de comunicación estratégico. No solo aprendí un montón, sino que también tuve la oportunidad de descubrir qué quiero hacer con mi vida, sobre todo a nivel profesional. Gracias a esta experiencia, he podido dar mis primeros pasos en el mundo laboral, aplicando lo que estoy estudiando y encontrando lo que realmente me motiva y apasiona. Iniciativas como la consultoría solidaria generan un impacto social positivo y, además, brindan una oportunidad a estudiantes como yo para aprender y encontrar su vocación. Creo que esto le aporta un gran mérito al proyecto".
Montse Oliveras, responsable de Finanzas y Servicios Generales de la Coordinadora Catalana de Fundaciones
"Aplicamos a la consultoría solidaria porque estamos inmersos en un proceso de digitalización desde hace un par de años y buscábamos una mirada externa, que no estuviera contaminada por el sobreanálisis de nuestras propias necesidades. Lo que encontramos fue un equipo de personas que se implicaron al cien por cien con nuestro proyecto de transformación digital. Hemos trabajado durante ocho meses creando un plan de transformación digital que ahora solo falta implementar. Nos han ayudado a detectar aspectos que no habíamos visto, ya sea por estar inmersos en el día a día o por el increíble 'expertise' que poseen. Estamos muy agradecidos porque es un proyecto que se va a llevar a cabo".
Javier Mascarell (ADE 96), voluntario en el proyecto con Fundación Iluro

"¿Qué mejor motivación que mostrar agradecimiento con tu tiempo, tus conocimientos y tus experiencias a un llamado tercer sector que se dedica, ni más ni menos, a promocionar el bienestar y la sostenibilidad de nuestra sociedad? Para Espai Laru, el centro de actividades deportivas de la Fundación Iluro de Mataró, teníamos un mandato claro y explícito, pero nada fácil: identificar y cuantificar aquellas oportunidades de nuevos ingresos que pudieran potenciar mucho más la labor cultural y social que está desarrollando esta fundación en el Maresme y, concretamente, en la ciudad de Mataró. Ellos se mostraron muy agradecidos, abriéndonos sus puertas y generando un clima de confianza y proximidad tremendo, un elemento consustancial para el éxito de cualquier consultoría de este tipo. Esto no se trata solamente de un informe o de un entregable final; se trata de mucho más. Se trata de escuchar, de aprender, de adaptarse, compartir y cocrear, que son las claves para conseguir que se alineen los objetivos de la organización y nuestra aportación. Como guía para el éxito del proyecto: responsabilidad y capacidad de adaptación. ¡Realmente merece la pena!".
La clausura ha dejado claro que la medición de impacto ha venido para quedarse y es un área de trabajo consolidada en entidades sociales y en crecimiento para todas aquellas organizaciones —empresariales o sociales— que aspiran a generar un cambio real y sostenible. Las herramientas existen, los casos de éxito también, y el compromiso de la comunidad Esade Alumni sigue creciendo. Medir no solo permite rendir cuentas, sino también aprender, evolucionar y multiplicar el impacto.
Los testimonios recogidos durante la jornada demuestran que, cuando el talento y el propósito se alinean, el valor social generado puede ser extraordinario. Porque lo que no se mide, no cuenta; pero lo que se mide, se potencia. Y eso es exactamente lo que seguirá impulsando Esade Alumni Social: conocimiento, colaboración y compromiso para un futuro.