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La revolución cognitiva: innovar en la era de la inteligencia artificial

Xavier Ferràs (MBA 02), profesor titular del Departamento de Operaciones, Innovación y Data Sciences de Esade y decano asociado del EMBA, protagonizó esta sesión del Programa de Continuidad sobre la IA
Xavier Ferras

La Ley de Moore es una de las leyes más importantes en la historia de la tecnología digital. Esta ley, formulada en 1965 por el científico y empresario Gordon Moore, predijo que el número de transistores en un microchip se duplicaría cada dos años aproximadamente. “Estamos llegando al muro de Moore y podemos decir que la ley se ha cumplido durante 75 años. Esto significa que en unos 10 años podríamos tener un Marenostrum en nuestros bolsillos”, empezó explicando Xavier Ferràs en relación con el supercomputador más emblemático y potente de España: “Algunos lo ignorarán, pero otros recogerán las ventajas de las tecnologías emergentes y explorarán cómo cambia el mundo”, aseguró. Una revolución digital que abre la puerta a reimaginar el futuro y supone una increíble oportunidad.

Para el profesor Ferràs, lo que permite este salto de nivel en la revolución digital es lo que los expertos llaman “caja negra” de la IA, que permite generar habilidades y ofrecer respuestas de manera inesperada. Y es que estas redes neuronales artificiales aprenden de la experiencia sin que haya un código digital que las programe.

Ilya Sutskever, Open AI Chief Scientist, dijo que "la IA se compone de cerebros digitales corriendo en supercomputadores", y lo cierto es que ChatGPT tiene 175.00 millones de nodos: es un cerebro digital que captura conocimiento experto y genera intuición propia con una respuesta que no es determinística. “La conclusión es que tiene destellos de inteligencia artificial general (algo así como destellos de inteligencia humana)”, dijo Ferràs.

 

Lo que permite este salto de nivel en la revolución digital es lo que los expertos llaman “caja negra” de la IA, que permite generar habilidades y ofrecer respuestas de manera inesperada

 

La IA de Google AlphaGo consiguió, en 2016, derrotar al mejor jugador del mundo de Go, un juego milenario que se originó en China, Lee Se-Dol, demostrando una nueva perspectiva de la realidad: “Vimos que la IA estaba innovando de forma abierta, con una estrategia ganadora disruptiva, creativa y bella”, comentó Ferràs, dando a entender todo su potencial para iniciar una verdadera revolución científica: “A partir de entonces son numerosos los logros científicos alcanzados. Tenemos delante un horizonte en el que la IA va a anticipar soluciones para enfermedades, el cambio climático, nuevas leyes físicas, soluciones a problemas matemáticos sin resolver…, propulsando la investigación”.

Sobre las implicaciones en el futuro del mercado laboral, Ferràs recordó la cita de Erik Brynjolfsson y Andrew Mcaffe del MIT: “La IA no sustituirá a los directivos. Pero aquellos que no utilicen la IA serán sustituidos por los que sí la utilicen”, y destacó el principio de responsabilidad: “Tú puedes tener un equipo y este trabajará de forma autónoma, pero la responsabilidad será tuya. Es decir, alguien debe responder por las decisiones, y ese alguien en el horizonte que nos podemos imaginar siempre será un humano. La responsabilidad será la última reserva del management humano”.

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Implicaciones geopolíticas: el fin de la globalización

Pero esta revolución conlleva implicaciones geopolíticas, porque quien controle la tecnología disruptiva controlará el mundo. Ferràs es de la opinión de que la globalización ha acabado, y ya ha habido elementos que así lo señalan, como la irrupción de la tecnología 5G de manos de China en Estados Unidos y el posterior veto de Trump a Huawei, que dividió el mundo en dos esferas. “La pandemia puso en evidencia que no somos autónomos, y el último golpe ha sido la guerra de Ucrania”, explicó el profesor.

Todo ello se ha traducido en inversiones masivas en I+D para internalizar la tecnología en los estados. La inversión media en I+D sobre PIB en el mundo se ha disparado y alcanza el 2,71% (España está en el 1,44%). Eso significa que las grandes economías están volcando cantidades históricas en I+D, impulsando una potente corriente de cambio tecnológico. Así, el mundo se divide entre los países que generan tecnología y los países que la consumen. “Europa intenta recuperar el tiempo perdido. Se trata de atraer talento tecnológico. Por suerte, cuenta con 7 economías entre las 10 primeras en innovación. El modelo europeo es de los mejores del mundo, pero a pequeña escala. Y es el momento de reaccionar y aprovechar la era dorada para la innovación que va a venir”, concluyó.

 

Las grandes economías están volcando cantidades históricas en I+D, impulsando una potente corriente de cambio tecnológico. El mundo se divide entre los países que generan tecnología y los países que la consumen

 

En respuesta a las preguntas del público sobre cómo introducir la IA en las empresas, el profesor explicó que el management va a ser indisociable de la tecnología: “Un directivo debe entender los fundamentos de la tecnología para entender su negocio”. Los directivos tendrán que garantizar la formación y el desarrollo a nivel organizativo para poder aprovechar las ventajas competitivas que crea la IA; y preparar a una empresa y a su personal no es algo que se pueda hacer de un día para otro. Las estrategias de datos estarán en la vanguardia de las operaciones y la toma de decisiones, con perspectivas y predicciones inmensamente mejoradas. Sin embargo, por ahora, no existe aún un estándar de IA para un uso generalizado, por lo que el profesor recomendó urgencia en la formación, pero no tener prisa en las decisiones. En este sentido, destacó el Bachelor of Business Administration & Bachelor in Artificial Intelligence for Business de Esade, como formación pionera en este campo.

Puedes ver la sesión completa en el Content Hub